Así fue TRANSEUROPA 2017: Convergent Spaces

Qué es Transeuropa

El festival TRANSEUROPA: Convergent Spaces desembarcó en Madrid del 25 al 29 de octubre. Transeuropa es un festival de periodicidad bianual de política, arte y cultura. Ha tenido varias ediciones, cada una de ellas en sedes diferentes ciudades europeas. Está organizado por European Alternatives, junto con ZEMOS98 como socio “local” para esta edición. Ha tenido tres grandes temáticas: Europa como refugio, ciudades del cambio y bienes comunes. Se trataba de debatir sobre cómo la crisis de la democracia en Europa se ha instalado en las instituciones políticas también afectando a la capacidad de los gobiernos nacionales de afrontar las problemáticas económicas y de calado social ya sea porque el proceso de la construcción de un espacio común europeo se ha ido erosionando, o por el alcance que la crisis global ha adquirido en los últimos años. Por eso, se hace necesario experimentar lugares donde debatir y poner en tela de juicio ciertas cuestiones que han ocurrido recientemente.

En este contexto de reflexión, Transeuropa nace para intentar articular una alternativa a las políticas neoliberales, al auge de la derecha, y a la mala gestión de problemas relacionados con cuestiones humanitarias, como pudiera ser la cuestión de los refugiados. Relacionado con esta idea última, surge también la cuestión del racismo, xenofobia, auspiciado en parte por los discursos de la extrema derecha que se han convertido en una tónica general en los últimos años. Frente a este discurso Transeuropa, y detrás del festival, European Alternatives, pretende erigirse como una voz de denuncia y de elaboración de una alternativa que apela a cuestiones de sentido común, como pudieran ser los derechos humanos, el feminismo y la defensa de los bienes comunes, para crear “un espacio transnacional temporal para hacer que estos elementos dispersos sean visibles en toda Europa. Estos elementos trabajan diariamente a nivel local para imaginar y poner en práctica nuevas formas de hacer política y arte a nivel transnacional”. Es entonces la dimensión transnacional, una de las características propias que define este movimiento, que intenta operar desde redes y nodos locales para extrapolar y lograr este alcance internacional, de las prácticas, ensayos y experimentaciones que en ciertas ciudades (“las ciudades del cambio”), se han ido desarrollando desde movimientos y plataformas municipalistas.

Podría entonces definirse como una alternativa glocal, porque pone en relación estas dos dimensiones, la experiencia local, con una intención de trascender hacia el ámbito internacional, ya que en definitiva lo que se pretende es poner en común los saberes y las prácticas que desde este tipo de lugares se están ensayando, y así poder trasladarlo a otros lugares, para, en última instancia, establecer relaciones y nodos de trabajo conjunto.

Este es uno de los objetivos que el festival persigue, conectar y compartir estas nuevas fórmulas y poder construir una alternativa real que suponga una opción fundamentada.

Madrid, convergencia de espacios.

No ha sido casual que se haya elegido como sede la ciudad de Madrid, ya que ésta ha sido una de las ciudades protagonistas del cambio político a nivel municipal, que ha traído consigo un nuevo imaginario y horizonte esperanzador, donde se ha logrado reducir la deuda, y se ha doblado la inversión de las partidas dedicadas a temas sociales, también poniendo en el centro las políticas de calidad ambiental, de transparencia y participación ciudadana.

El festival Transeuropa ha querido que la ciudad de Madrid sea ese lugar idóneo para poner en práctica otras maneras de abordar la crisis de institucionalidad y representación de la que adolece el continente europeo. No en vano, una de las temáticas estaba centrada en dilucidar y reflexionar sobre hasta qué punto es interesante que las ciudades del cambio puedan tener más peso y relevancia en la Unión Europea, y que tengan la suficiente capacidad para asimilar problemáticas tan acuciantes, como la cuestión de los refugiados.

Ha sido, en este sentido, útil elegir varias sedes distribuidas por la ciudad, dos de ellas de naturaleza municipal (Centro Centro y Matadero Madrid) y una de ellas de carácter autogestionado, el Centro Social de la Ingobernable, donde tuvieron lugar muchos de los talleres ofrecidos por el festival. Que un festival cuyo objetivo es favorecer el encuentro y la reflexión sobre la posible construcción de un espacio de convergencia alternativa, se haya en parte fraguado en la Ingobernable, cobra una especial relevancia, por tener precisamente, en cuenta que caben maneras de ejercer resistencia y alternativa en los espacios intersticiales, alejados también de la burocracia y  verticalidad propia de las instituciones públicas.

De esta manera, Transeuropa no se limitó a un solo espacio aislado del resto del tejido reivindicativo idiosincrático de la ciudad, sino que devino una topografía política para descubrir lugares en los que se permite mayor flexibilidad y apertura, en consonancia también con la esencia del festival. Una de las actividades que más éxito supuso, fue, en este sentido, los recorridos por la ciudad que hacían descubrir a los participantes de fuera, proyectos y lugares que no aparecerán en las guías oficiales de Turismo.


Escrito por  Martina Deren

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